"El Martes Santo, los distintos Cofrades hacen los preparativos de procesión compartiendo sus obligaciones, unos asean las Andas de madera color celeste de seis cargadores, de un metro de alto, cubriendola con un mantel de tela blanca en sus contornos quedando al frente una cruz verdada de color morado; en estas Andas se coloca la Imágen de Jesús Nazareno, atado de su piaña con lazos de mezal; el palio es llevado por parte sostenido en cuatro varas por cuatro Cofrades" SIC. Alfredo Calvo Pacheco (+). Los Cortejos Procesionales de la HJN, han cambiado mucho, producto de los tiempos y de la cantidad de socios que cada vez es mayor. Nuestros informantes y ciertos escritos, respecto a cómo eran las Procesiones en el siglo XIX y principios del XX, coinciden.
Todos concuerdan con que “Jesús era pobrecito”, que “no había los lujos de ahora”, pero que sí, desde siempre, El Nazareno fue "muy querido y seguido" por los izalqueños. Aseguran que en los tiempos de la Cofradía, “las Andas eran muy pequeñas, como una mesa, con cuatro palancas en cada esquina" y algo muy importante, que el Palio del Señor no iba incrustado al Anda. Eran cuatro tenantes "inditos" quienes portaban un varal cada uno -de castilla o huiscoyol, según los señores Felipe Pilía, José Elas y Alejandro Leme-; estas varas eran la base del Palio. El Nazareno con sus cargadores se ubicaban bajo él, siguiendo el paso de la Procesión. Esto como podemos ver, coincide con el relato del Prof. Calvo.
No había jardines. "Sólo había un Palio amarillo antes de los sesentas", nos narra Don Alejandro, apuntando que siempre el pito y el tambor iban adelante, anunciando el Paso del Nazareno. Y agrega: "En esos tiempos, valía la pena oír al pito y al tambor; había muy buenos piteros; se oían a largas distancias de la Procesión", citando pues, a los mejores de su tiempo: Mario Calmo, con el tambor y a Jesús Calmo, con el pito. "Esos son los instrumentos que siempre acompañan al Señor, porque esa ha sido su música, porque Él es indio, como nosotros", Don Felipe Pilía Chile, nos hace esta aseveración con mucho orgullo, agregando: "Jesús nunca ha salido sin Palio", indicando que es en "señal de respeto, porque es un Santo el que se lleva en la Procesión". Según Don Alejandro Leme, no fue sino hasta 1961 cuando se manda a construir con Lalo Calvo, un Anda formal con la estructura y varales del Palio incorporada a ella. Se decide que a su estreno, se incorpore iluminación artificial por medio de una planta eléctrica.
En esto, difiere el Prof. Calvo, ya que según él, esto sucedió en 1943, cuando fungía como Presidente Carlos Chinque y Mayordomo, Jesús Gómez. Esto es muy importante, porque estamos hablando de 20 años de diferencia.
Don Alejandro nos narra: “Se creó un Comité para visitar casas de los distintos barrios, para recaudar los fondos que servirían para la compra del primer motor”. Nos cuenta que se lograron reunir ¢450 y que con eso se procedió a hacer el trato en “La Casa Castro”.
Sigue en su relato: “Fuimos hasta Casa Presidencial a pedir ayuda, el Presidente Lemus nos donó ¢100 y ya con eso, se fue la comitiva a las instalaciones de la empresa para hacer la compra; el problema, -nos dice-, es que el motor costaba ¢1,000; platicamos con el señor Castro y aceptó que le dejáramos ¢500 de prima, con el acuerdo que iríamos a pagarle el resto, en la Semana de Pascua. Pero trabajamos muy bien, al punto que saldamos la deuda en la Semana de Dolores”.
Fue así cómo en ese año, se estrenó la primera Anda “formal” y se comenzó a utilizar luz artificial para iluminar al Señor. Apareció el primer jardín, donado por la Niña Nela Velado; Don Paulino Herrera regaló la primera túnica. Nos relata Don Alejandro: “Nos topamos con el problema de las presentaciones, ya que con un Anda más grande, tendríamos problemas para maniobrar, por lo angosto de las calles”. Ante esta situación, por idea suya, se pensó en hacer una base giratoria, que aunque rústica, sirvió para sujetar la peana del Nazareno con lazos fuertes y evitar la maniobra del Anda en las presentaciones.
Nos cuenta:“... el operador iba debajo del Anda, con el timón; había dos luces y dependiendo de cuál se encendía, así se hacía el giro hacia la derecha o izquierda... el problema se nos dio cuando llegamos a una cuadra, con muchos cables de corriente muy bajitos y el operador tuvo que tirarse al suelo para que no le cayera encima; eso nunca se me olvida... En 1969, siendo Presidente el señor Ricardo Galina, señala el Prof. Calvo, se hizo una segunda Anda, más grande. Su constructor fue Don Atilio Cruz. Aparecen los 4 Angeles en sus esquinas. Esta vez, el sistema gitario ya venía incoporado. También se reparar la primera Anda hecha por el Señor Calvo, para que sirviera en "las Pasadas", siendo su reconstructor el maestro José Dolores Pinto (+). El trabajo fue hecho en el patio del Templo recién construido, tal y como lo recuerda su hijo Adolfo. A propósito de esta Anda, debemos señalar que sirvió por mucho tiempo, hasta que fue sustituida por otra, ya con sistema giratorio, hacia 1999.
Resultó ser que el Anda grande hecha por el señor Cruz pesaba demasiado y aunque tenía capacidad para 30 brazos, el peso por cargador era mucho; debido a esto, en 1970 se contrató en los servicios del recordado artesano Tito Campos (+) para que construyera otra con los mismos materiales, pero mucho más liviana y con capacidad para 40 cargadores. A ésta última, se le incorporaron los 4 angelitos de las esquinas y también se trasladó el timón para el giratorio a la parte trasera; las palancas del centro posterior y anterior se agregaron después, llegando a su actual capacidad máxima de 50 hombres por terno. En 1979, sufrió otra remodelación siempre a cargo de Don Tito Campos.